Angel Sanchis, junto a su nieto Ángel, viajaron en septiembre de 2018 a la República de Senegal, al pequeño pueblo de Khombole, en la región de Thies, con la intención de apadrinar un hogar para niños huérfanos que funciona en ese lugar.

Ángel, hijo de Ángel Sanchis Herrero, acompañó a su abuelo Don Ángel, a realizar uno de sus anhelos más preciados, e iniciar una actividad humanitaria, filantrópica, que permita cubrir las necesidades de estos niños sin familia que viven allí, dándoles contención, educación y cariño, para que se puedan desarrollar plenamente e integrarse a nuestra sociedad.

Para tal fin, se constituyó la Fundación AYM, organización sin fines de lucro, establecida en España, patrocinada por la familia Sanchis – Gordo y cuyo presidente es Don Ángel Sanchis Perales.

angel sanchis

Desde aquel momento y hasta la fecha, la Fundación ha realizado donaciones que permitieron la ampliación del hogar, la compra de muebles, computadoras, libros, juegos, y otros elementos necesarios.

Lo más destacado de este crecimiento es que ha permitido albergar a muchos más niños necesitados de ayuda.

En el año 2019, después de muchos viajes realizados a la zona, en un pueblo de Sanghe, en terrenos cedidos, se inició un proyecto de agricultura para la producción de hortalizas, que son consumidas a diario en el hogar.

Este deseo altruista, convertido en realidad con el patrocinio de este hogar en Senegal, es un proyecto ideado por Don Ángel y en el cual la familia Sanchis se involucró de manera de garantizar su continuidad en el tiempo.

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En esta iniciativa humanitaria colaboran un sacerdote y tres monjas españolas, todos comprometidos para garantizar el bienestar y desarrollo de los niños.

El objetivo principal es el de brindar protección, educación y facilitar medios de vida a menores huérfanos quienes, gozando de este ambiente de contención y amor, podrán desarrollarse tanto a nivel personal como profesional.

Con el tiempo y los planes educativos a largo plazo, se espera que los niños puedan hablar varios idiomas (español, inglés, francés, además de su lengua nativa), familiarizarse con el uso de tecnologías y a partir de los 15 años
poder especializarse en aquellas profesiones de su elección, para que puedan ingresar a la vida diaria de una sociedad moderna, con las mismas aptitudes que cualquier otro joven técnico del mundo.